jueves, 10 de marzo de 2011

“Conan, El Cimmerio: El Coloso Negro”, de Timothy Truman y Tomás Giorello.


Retomo la lectura de la serie de Dark HorseConan, El Cimmerio” que viene publicando Planeta mensualmente con la curiosidad de comprobar como ha resuelto esta vez el equipo creativo formado por Timothy Truman y Tomás Giorello la papeleta de adaptar uno de los relatos protagonizados por el cimmerio más celebrados de Robert E. Howard,El Coloso Negro” que ya contara con una formidable adaptación al cómic realizada por los clásicos Roy Thomas, John Buscema y Alfredo Alcalá en los setenta que los talluditos leímos en el “Super Conan 7” y actualmente está disponible en “La Saga de Conan 10”.

Tras abandonar de nuevo Cimmeria, Conan se ha enrolado en un ejército de mercenarios al mando de Almaric El León conocido como Los Compañeros Libres que sirven al mejor postor. Tras una larga campaña sirviendo al reino de Ofir, son contratados por la bella regente del reino de Khoraja, Yasmela, quién ve sus fronteras amenazadas por sus ambiciosos vecinos y un misterioso profeta de Set, Nasthok al que apodan El Escorpión, quién ha reunido un poderoso ejército entre los pueblos del desierto para arrasar con los Reinos Hiboreos del Norte empezando por la débil Khoraja para hacerse con su reina. Nathok ,que en realidad es la personificación de un hechicero vuelto a la vida tras tres mil años, tiene como esclavo a un colosal demonio negro que le sirve acosa en sueños a la bella Yasmela quien se pone bajo la protección de l dios Mitra el cuál la encomienda que ponga su ejército al mando del primer hombre que se encuentre por la calle que no es otro que cierto mercenario borracho llamado Conan. Para saber como acaba la cosa tendréis que leeros los tebeos (o el relato de Howard).

Como decía, Truman y Giorello tenían complicado realizar una adaptación satisfactoria de una de las mejores historias del Cimmerio sin embargo hay que reconocer que resuelven la papeleta más que satisfactoriamente y aunque no hagan olvidar el clásico aprovechan con habilidad la riqueza del mundo hyboreo creado por Howard para, respetando la esencia de la historia narrada por Thomas y Buscema, enriquecerla con nuevos matices que en aquella quedaron más desdibujados profundizando en los personajes secundarios como Yasmela, Almaric o el mismo Nathok quien en algunos momentos eclipsa al cimmerio y dando cohesión al relato cronológico de los relatos de Howard presentando algunos otros personajes como Sergius que se volverán a cruzar en el futuro inmediato del protagonista. Timothy Truman siempre me ha parecido un guionista muy inteligente y todavía no he leído un cómic suyo que no haya sido como mínimo entretenido y, en la comparación con Thomas, resulta menos literario y más ordenado en la presentación ordenada de la historia.

En el aspecto gráfico, sería sonrojante comparar al bueno de Tomás Giorello con un monstruo como John Buscema en una de sus más inspiradas historias. De hecho, Giorello es consciente de ello y se nota que ha estudiado el trabajo de Buscema– si os apetece comparar ambas historias hay algunas viñetas en las que prácticamente solo cambia un poco la perspectiva respecto a las soluciones de Big J.- pero por otro lado sabe encontrar soluciones gráficas novedosas con algunas composiciones de páginas espectaculares y una cuidada narración muy compenetrada con la labor de Truman y el colorista José Villarrubia, con lo que Giorello, que ya ha salido bien parado de la comparación con Richard Corben en el anterior arco argumental de la serie, vuelve a salir reforzado a la espera de “enfrentarse” con otra vaca sagrada del cómic norteamericano como el veterano Joe Kubert en los próximos números del que ya podemos disfrutar en la segunda parte del número 12 de la edición de Planeta (que se correspondería con el 14 de la edición americana), un entretenido episodio de relleno que sirve para caracterizar el tipo de relación que mantiene Conan con Yasmela.

En fin, “Conan, El Cimmerio” es una agradable lectura y una excelente serie, bien complementada por los acertados artículos de Francisco Calderón, cuya edición quizás Planeta debería haber cuidado más publicándola directamente en tomo en lugar de en grapa (y publicar el tomo dentro de…¿un año, dos años?). Por lo menos, espero que las ventas permitan acabar la serie que ya ha sido clausurada en Estados Unidos por Dark Horse.

Alcatena, los superhéroes y Conan.

P: Usted dijo en un reportaje del 96:”Al dibujante argentino no le gusta dibujar superhéroes, le interesa sólo por la paga”. Es resaltante, que dentro de su variada temática de sus publicaciones, se encuentren los superhéroes más destacados de la Marvel y la DC, incluyendo también la fantasía heroica encarnada en Conan el Bárbaro ¿Cual es el balance personal de su desempeño en el exigente mercado norteamericano? ¿Se siente satisfecho con lo realizado? ¿A qué se debe su fascinación por el personaje de Conan?

Alcatena: Cuando yo dije eso fue el 96. Todavía, comparativamente, había pocos dibujantes argentinos de superhéroes. Entonces hablaba desde la perspectiva de mi generación. A los dibujantes mayores que yo, no les interesaban los superhéroes, quizá los que vinieron después sí. Varios, realmente, no sé si les gustan mucho, pero ellos se educaron más con los superhéroes y se esfuerzan mejor por dibujar esos personajes. Hasta mi generación, yo era uno de los pocos que leía superhéroes. A los historietistas mayores no les interesaban para nada, no les entusiasmaban. Salvo Silvestre Szylagyi que era la solitaria mosca blanca, un lector fanático y la única excepción.

Yo me formé con las Novaro y más tarde descubrí las Marvel y me encantaron. Hasta ese momento no había interés por superhéroes en Argentina. A mi si me gustó dibujarlos y disfruté mucho algunos de los trabajos que hice para ellos. Fue un poco el sueño del pibe, dibujar a Batman, el personaje que uno ha leído de chico, dibujar Los Cuatro Fantásticos. Era gratificante pero fue un tiempo y ya está, no me interesaría volver a hacerlos, es más, porque la forma de hacer superhéroes que a mí me gusta, no es la que está en boga. El tratamiento que hoy en día se le da a ese género no me resulta interesante. No me gusta siempre la temática “realista” o “madura”. Para mí los superhéroes deben tener una cuota de ingenuidad, pues es absolutamente para chicos. Ahora lo veo muy adulto y el superhéroe para adultos, no me lo creo mucho. Salvo Watchmen que es una obra maestra, pero es otra cosa. Entonces fue una época de dibujante que disfruté. Es un mercado severo, pero no más que otros. Exigente en la medida que es muy riguroso con el cumplimiento de los tiempos de entrega, pero no les interesa que el trabajo sea superlativo, sino que esté a tiempo.

Conan es diferente porque es otra cosa, tiene que ver más con mis gustos permanentes. Cuando lo descubrí en el comic de Barry Smith el 70-71, fue descubrir la fantasía heroica, poco después también descubrí las novelitas de Conan, con las famosas tapas de Frazzetta, que me deslumbraron totalmente. Me gustaba porque el género de la fantasía heroica, de espada y brujería me resultaba muy cautivante. El hecho de mezclar la antigüedad, que siempre me había fascinado, con lo sobrenatural, con lo mítico, pero en clave de invento: Capas y espadas con brujería, era un coctel irresistible por todas las imágenes que suscitaban, pues está muy imbricado con toda la literatura de la épica: El rey Arturo, La Ilíada, los cuentos fantásticos de Las mil y una noches. Todo eso se encontraba en Conan.

Fue un personaje que me encantó. Me agradó mucho lo que se hizo en el comic, el trabajo de Barry Smith, de John Buscema. Eso sí, disfruté enormemente cuando hice mi temporada de Conan a principios de los noventas, porque ahí me sentía más a mis anchas. Era el universo en que a mí me gustaba moverme, no tanto el ámbito urbano de los superhéroes, sino este mundo más antiguo de espada, pues disfrutaba recreándolo. Conan es un personaje que me sigue cautivando. No haría esa fantasía del héroe musculoso si no me interesara tanto. Las cosas que hacemos con Eduardo Mazzitelli están inscritas en la fantasía también.
(Como parece que el trabajo de Enrique Alcatena nos gusta a unos cuantos y es un autor a reivindicar en España, enlazo la entrada anterior con un extracto de una de las más interesantes exhaustivas y recientes entrevistas que circulan por la blogosfera del dibujante argentino. Se trata de una extensa entrevista dividida en tres partes realizada por Gabriel Zárate para la FIL 2010 de Lima. Podéis leer la entrevista completa la podéis leer aquí, aquí y aquí).